Record Mundial de Buceo en Altitud. Volcán Licancábur 5,856m
Nuestro amigo Fernando Lozano nos manda una crónica sobre su expedición para batir el Record de Buceo en Altitud. Fernando no es la primera vez que se embarca en una expedición de buceo en las alturas.
Ya en 1984 se sumergió en el cráter del volcán Popocatépetl, cerca de la Ciudad de México, a 5,032m de altitud. En aquella ocasión utilizo un equipo de buceo convencional de aire en Circuito Abierto.
Esta vez a elegido hacerlo con un Rebreather Cerrado de O2.Un Castoro 96 de O.M.G.
Si queréis más Info. no dudéis en contactar.Texto y fotos Fernando Lozano.
RESEÑA DE LA EXPEDICIÓN MEXICANA PARA ESTABLECER LA
MARCA MUNDIAL DE BUCEO DE EXTREMA ALTITUD LICANCABUR 5,856 M.S.N.M.
La Marca Mundial de Buceo de Extrema Altitud, Licancábur 5,856 m.s.n.m., tiene como objetivo fundamental que dos deportistas mexicanos, Ricardo Torres Nava y Fernando Lozano Andrade, realicen la inmersión de mayor permanencia con equipo de buceo autónomo, en este caso, con un reciclador denominado "circuito cerrado de oxígeno" (CCRO2), en el lago permanente que posea la mayor altura sobre el nivel del mar en todo el planeta e incluir en el Libro Guiness la marca absoluta de esta especialidad. En este caso el lago detectado con éstas características se sitúa en el interior del cráter del Volcán Licancábur a 5,856 metros sobre el nivel del mar. Se pretende además levantar imágenes fotográficas y videográficas durante la expedición y la inmersión para la elaboración de documentos gráficos que ilustren toda la empresa.
Dicho volcán forma parte de la Cordillera Andina en la línea de frontera entre Chile y Bolivia y se levanta desde la depresión del salar de Atacama hasta alcanzar en su cumbre los 5,916 metros, creando así un impresionante desnivel de 3,600 metros, el más grande de todo Chile. Su situación geográfica es verdaderamente particular: se encuentra en el límite oriental del Desierto de Atacama, sin duda el más árido de todo el mundo, delimitando además el altiplano andino, en su versante boliviano, a 4,300 metros sobre el nivel del mar, conocido como "Puna".
Realizar una empresa deportiva de este tipo requiere no sólo de una excelente preparación física, sino además del dominio de dos disciplinas aparentemente opuestas y difíciles de conjugar, como lo son el montañismo y el buceo. La realización de este proyecto, que desde varios puntos de vista se encuentra en condiciones extremas, enlaza de manera perfecta los polos "opuestos".
La selección del equipo de inmersión ha constituido el punto toral de la inmersión: para una buceo fuera de lo común, se requiere un equipo fuera de lo común. Ya que todo el equipo y material propios de la inmersión, amén del equipo individual y colectivo de montaña, debe ser trasportado por los integrantes de la expedición, éste debe ser ligero, simple, robusto y sumamente confiable, de tal manera que permita alcanzar con toda seguridad los objetivos de esta empresa.
Como se mencionó anteriormente, el aparato elegido para la inmersión es un reciclador del tipo "circuito cerrado de oxígeno", de dimensiones reducidas, simple en su funcionamiento y sobre todo, con un peso mínimo (6 kilogramos), comparado con los equipos convencionales para buceo. Este reciclador ofrece además la ventaja de una gran autonomía durante la inmersión y la eliminación del riesgo de un accidente por mala descompresión producido por respirar aire comprimido durante la inmersión, debido al alto porcentaje de nitrógeno presente en el aire.
Como uno de los objetivos de la expedición es realizar una inmersión de gran permanencia y ya que la temperatura del agua a esa altura es sumamente baja (la superficie permanece congelada la mayor parte del año), la protección térmica de los buceadores es de suma importancia. La mayor protección la ofrecen los trajes denominados "secos", pues evitan el contacto directo del cuerpo del buzo con el agua.
Los participantes de este proyecto son (en orden alfabético):
Raúl Bárcena Cañas
Guía profesional de montaña y director de la empresa de turismo alternativo "Viajes de Aventura". Buzo certificado FMAS y CMAS Una Estrella.
Función dentro del proyecto: encargado de la logística en la montaña y apoyo en superficie a los buceadores.
Fernando Lozano Andrade
Arquitecto de profesión e Instructor de buceo deportivo desde 1979 con el grado actual de Tres Estrellas FMAS y CMAS. Director de la Escuela de Buceo "Acquántica". En 1984 establece para México la Marca Mundial de Buceo de Extrema Altitud al bucear con equipo autónomo en el lago del cráter del volcán Popocatépetl a 5,032 m.s.n.m., siendo la segunda persona en el mundo y el primer mexicano y latinoamericano en realizarlo.
Función dentro del proyecto: buceador, líder de la inmersión, encargado de la planeación y logística de la inmersión y videocamarógrafo subacuático.
Ricardo Torres Nava
Montañista y director de la empresa de turismo de montaña "Tepehua Expediciones". Primer mexicano y latinoamericano en alcanzar la cumbre del monte Everest y de realizar la cumbre más alta de cada continente (Grand Slam) Buzo certificado FMAS y CMAS Una Estrella.
Función dentro del proyecto: buceador.
CRÓNICA DE LA EXPEDICIÓN
La Expedición partió el pasado jueves 24 de marzo del 2005 vía aérea rumbo a Santiago de Chile para hacer la conexión el día viernes 25 hacia la ciudad de Calama, capital chilena de la minería y de la extracción del cobre. Por ser días feriados (aniversario de la fundación de la ciudad y Semana Santa) debieron esperar hasta el lunes 28 para cargar los tanques de oxígeno en Calama y trasladarse hasta la ciudad capital de la segunda región chilena, Antofagasta, a más de 250 Km de Calama para cargar los tanques de aire comprimido. Este día apareció una nota al respecto de la Expedición en el periódico "El Mercurio de Calama".
El martes 29 se trasladaron a la ciudad de San Pedro de Atacama para realizar los últimos preparativos de la expedición, hacer compras de algunos alimentos, agua, combustible y contratar la conexión terrestre a Bolivia.
El jueves 31 de marzo partió la Expedición, vía terrestre, a la zona de Laguna Blanca en el Altiplano Boliviano (Puna) a más de 4,300 m.s.n.m., cubriendo las obligaciones aduanales en el punto fronterizo de Hito Cajón y posteriormente el ingreso a la Reserva Nacional de la Fauna Andina "Eduardo Avaroa", para después trasladarse al refugio de la familia Colque. El resto del día se ocupó en contratar al guía con un porteador, así como distribuir y preparar las cargas de equipo de buceo, de montaña y alimentos para la permanencia en altura y además para levantar imágenes del lugar.
El viernes 1° de abril se trasladaron los miembros de la expedición a la base del volcán Licancabur, utilizando un vehículo 4X4, conducido por el guía local, para iniciar el ascenso y llevar la primera carga a 5,300 m.s.n.m. en una plataforma sobre un "hombro" del volcán. Este acarreo duró aproximadamente 4 horas. El descenso fue ágil.
El sábado 2 fue día de descanso y se realizó una caminata de tres horas en las inmediaciones de la Laguna Blanca como parte del programa de aclimatación.
El domingo 3 se partió con el resto de las cargas, asistidos por un guía y un porteador, para alcanzar nuevamente la plataforma y establecer campamento en donde se pasaría la noche.
Al día siguiente, el lunes 4, se trasladó toda la carga al interior del cráter del Licancabur, pasando antes por la cima del volcán a 5,916 m.s.n.m., para establecer el campamento junto a la laguna a 5,856 m.s.n.m. Éste manto de agua, el más alto del mundo, presentaba la superficie congelada en un 70% y un aspecto de buena visibilidad, con taludes pronunciados cubiertos por sedimento de tipo arenoso y rocas dispersas. Se encontraron los equipos de medición (anemómetro y registro de irradiación ultravioleta) así como basura (que recolectamos) y restos del material para muestreo usado por la expedición de la NASA en noviembre del 2004. Después de la cena a las 18:00 horas, se procedió al descanso. La noche fue extremadamente fría y con vientos fuertes que amainaron al amanecer.
El martes 5, después de un desayuno ligero consistente en avena con leche, se procedió a la rutina de inspección mutua del equipo y del buen funcionamiento de los recicladores. El proceso de equipamiento fue pausado y continuamente apoyado por Raúl. El guía local realizó una oración para pedir a Dios y a Tata Mayko Likanko ( el Espíritu del Licancábur) por la protección de los buceadores y por el buen resultado de la inmersión. Después de que Ricardo y Fernando efectuaran el "lavado" de sus propios pulmones y del "saco pulmón" del reciclador, se introdujeran en el lago. Posteriormente procedieron a realizar la prueba de flotabilidad, que requirió de algunos ajustes. A las 11:58 AM se inició la inmersión, que prosiguió durante 7 minutos continuos, interrumpiéndola para ajustar la ropa de abrigo de Ricardo, que le causaba problemas de flotabilidad. Posteriormente se reanudó la inmersión, que prosiguió sin dificultades durante 11 minutos más. Al improviso, Ricardo empezó a tener problemas aparentemente con su sistema de respiración. Realizó un ascenso incontrolado y en superficie se despojó del visor y soltó de la boca el sistema del reciclador sin cerrar la válvula de dos vías y empezó a solicitar ayuda. Fernando ascendió y en superficie, advertido por Raúl, acudió en auxilio de Ricardo, liberándolo del cinturón de lastre. Fernando infló su traje seco para garantizar una mejor sustentación en superficie y ambos se aproximaron a la orilla. Se dio por concluida la inmersión, acumulando un total de 18 minutos de buceo en la laguna más alta del mundo. Posteriormente darían su testimonio, que fue video grabado, el porteador (Pedro) y un guardia (Rubén) de la Reserva Nacional de la Fauna Andina "Eduardo Avaroa", del Potosí, Bolivia, quienes fueron testigos de la inmersión. Ricardo se repuso en el interior de la tienda metido en su bolsa de dormir, mientras que Fernando se recuperaba tomando un poco de sol e hidratándose con agua tibia con saborizante.
El descenso se efectuó sin ningún contratiempo y en el horario previsto. Se regresó a descansar al refugio Colque, para descender el día miércoles 6 de abril del lado chileno, a la población de San Pedro de Atacama, en donde los miembros de la Expedición permanecieron hasta el día sábado 9, durante el cual se trasladaron a la ciudad de Calama.
El lunes 11 apareció en la primera plana de "El Mercurio de Calama" la foto de Ricardo y Fernando a la orilla de la laguna del Licancabur sosteniendo la bandera mexicana y una extensa nota en la sección deportiva con cuatro fotografías más. El vuelo de regreso se realizó el mismo día a las 18:00 horas para arribar a la Ciudad de México el martes 12 de abril, dando por concluida la Expedición.
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